Miriam Lewin y su relato del horror

Por Dirección de Medios

La periodista de investigación Miriam Lewin fue entrevistada por Mario Giorgi en la radio de la Universidad Nacional de Avellaneda, en el marco del programa Perfiles en la UNDAV. Militante de la izquierda peronista, en los 70 estuvo detenida-desaparecida en el centro clandestino de detención Virrey Cevallos y en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y, en 1985, fue testigo en el Juicio a las Juntas.

Lewin comenzó hablando de su último libro: Skyvan. Aviones, pilotos y archivos secretos: “Es una novela de no ficción. Todo lo que sucede ahí es absolutamente real”. En este sentido, contó que la investigación surgió a partir de su encuentro con el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo: “Vino en el 2007 a entrevistarme como ex desaparecida y dice: ¿Vos sabés dónde están los aviones de los vuelos de la muerte? No, la verdad que no tengo ni idea –respondí- pero, además, ¿para qué puede servir? Y me dice: para llegar a los pilotos, a los pilotos asesinos”.

“Cuando descubrimos que uno de los Skyvan que había pasado por las manos de la Prefectura estaba en Fort Lauderdale, en Florida, y descubrimos planillas con los datos de todos los vuelos, desde los orígenes del avión hasta acá, inclusive los de los 70, analizando esas planillas se llegó a la conclusión que ese avión es el que había arrojado y asesinado a las Madres de Plaza de Mayo y a las monjas francesas. Ese avión está en la tapa del libro”. El hallazgo de las planillas permitió que se imputara a los ex prefectos Enrique José De Saint Georges, Mario Daniel Arru (ex pilotos de Aerolíneas Argentinas) y Alejandro D’Agostino, por su participación en los vuelos de la muerte durante la dictadura.

Respecto a su vocación periodística, Lewin afirmó que quiso ser periodista toda su vida: “He hecho periodismo desde muchos lugares. Demoré mucho tiempo en darme cuenta que mi calidad de desaparecida me ponía en un lugar, entre comillas, privilegiado para hacer carne este tipo de temática. De todas maneras, se me hace pesado. No es lo mismo para cualquier persona subir a un avión a donde fueron transportados desaparecidos desvanecidos después de haber recibido inyecciones de pentotal, que para una sobreviviente de la ESMA que los conoció, que les habló, que los abrazó, que estuvo con ellos. No es lo mismo para mí que para cualquier otra persona, a mí me resulta más pesado, más doloroso, más significativo”. Y agregó: “Ahora, creo que yo reemplacé la militancia política por el periodismo porque creo que contribuí más a modificar la realidad de esa manera que cuando militaba en los 70”.

“Una de las grandes preguntas que nos hacemos los sobrevivientes de tragedias, no solamente de un campo de concentración, de un accidente de auto o de aviación, de lo que fuere, es por qué yo y no los otros. Y Giancarlo me decía: yo creo que vos encontraste en este tipo de trabajos y en las metas que fuimos encontrando dentro de esta investigación la razón de estar viva. Es decir, bueno, por esto estoy viva, sobreviví para hacer esto”.

Lewin también hizo referencia al periodismo de investigación e hizo hincapié en que la agenda está sesgada por la coyuntura política: “Ahora, el periodismo de investigación parece la batalla naval. A los de un lado les interesa bajar los buques del otro y viceversa, y en el medio se pierde un montón de temas que son de profundo interés público y nadie los investiga porque no tienen que ver con la contienda política y la coyuntura”.

Para concluir, la reconocida periodista también aludió al momento que vive nuestro país: “En la actualidad, incluso la actitud de los jueces cambió; se revela mucho más connivente con las defensas de los represores de los genocidas. Estamos hablando de un país donde ha vuelto a haber desaparecidos”.

*La nota fue publicada en la edición Noviembre del periódico Con Información

Fotografías: Lautaro Federico Hamra. 

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