“La universidad pública es el gran semillero de los mejores profesionales y científicos”

Por Dirección de Medios UNDAV

Poseedor de un reconocimiento que trasciende las fronteras del país, el científico argentino Alberto Kornblihtt fue entrevistado por el director de Medios, Mario Giorgi, en el marco del ciclo radial Perfiles en la UNDAV, en un diálogo en el que reafirmó la valía de las UUNN y reflexionó en torno al papel de la ciencia y la educación universitaria. Biólogo Molecular y Doctor en Química, es también Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (UBA-CONICET).

El Dr. Kornblihtt comenzó hablando de su vocación y sus comienzos en la ciencia, su pasión: “Prácticamente, en la escuela primaria ya sabía que iba a seguir algo relacionado con la ciencia, no sabía exactamente qué. Pero, cuando hice el secundario, en cuarto año tuve Botánica, Biología y Biología Molecular -que es lo que hago ahora- con una profesora extraordinaria que estimulaba a los estudiantes a responder preguntas, a buscar en los libros, a hacer experimentos y a no estudiar de memoria. Eso me marcó y ahí decidí que quería estudiar Biología y que quería ser científico”.

Asimismo, el investigador del CONICET destacó la existencia de una tradición científica en nuestro país: “La asociaría a la excelencia de la universidad pública, tan denostada también por el establishment. Porque, en realidad, es el gran semillero de los mejores profesionales y los mejores científicos”, afirmó. En este sentido, aseguró que “las universidades generan los Doctores en Física, en Historia” y que “cuando nos dicen que los Doctores no pueden solamente encontrar como destino ingresar al CONICET como investigadores, yo me pregunto por qué los organismos estatales, los ministerios y las secretarías no los contratan. No para investigación, para trabajar. El Estado, los gobiernos, no cuentan con los graduados universitarios para llenar los miles de puestos importantes que tienen las administraciones y tampoco consultan a las universidades”.

Al referirse a las Universidad Nacionales, el prestigioso hombre de ciencia dijo: “Son un atractivo para los estudiantes de Latinoamérica porque son gratuitas, pero esa gratuidad nunca ha ido en desmedro de su calidad. Vienen buscando contenido. La gratuidad para ellos es un complemento; para nosotros es un principio que tiene que ver con considerar a la educación superior como un derecho y no como un privilegio o una cosa restringida”. Kornblihtt también consideró que “hay que discutir mucho sobre el papel de la universidad, la estructura de la universidad y la democratización y, sobre todo, cómo muchas universidades son excesivamente profesionalistas y las ciencias quedan como cenicientas”.

Acerca de las políticas científicas en nuestro país, Kornblihtt consideró que la creación del Ministerio de Ciencia “jerarquizó la actividad” y que durante el gobierno de Cristina Kirchner “hubo un lugar privilegiado en el discurso de la ciencia, en el discurso del poder, y eso caló hondo”. A lo que agregó: “Hubo repatriación de cerebros, el Plan Raíces. Ahora, yo diría que está en un status quo. No es que la gente joven esté pensando en irse rápidamente, pero sí sé que mucha gente que estaba afuera y pensaba volver está teniendo segundos pensamientos por todo lo que está pasando en el tema presupuestario en ciencia y tecnología”.

“Con el gran desarrollo que hubo en los últimos años, hay un poco más de conciencia de trabajo en equipo y también de federalización. De que las cosas no solamente pasan en Capital Federal, también pasan en Avellaneda, en Rosario, en Santa Fe, Tucumán”, aseveró en relación a la actualidad en lo que a ciencia respecta. “Y hay otra cosa que también es muy saludable, y es que los científicos argentinos hemos aprendido que queremos que las cosas que hagamos sean forjadas en nuestro país y no simplemente seguir la investigación de un grupo que está en el primer mundo. Queremos generar nuestras propias cosas, poder llevar adelante nuestras ideas, pero, claro, necesitamos financiamiento para eso”, agregó.

“La ciencia merece ser defendida por su valor cultural, que tiene que ver en gran parte con la generación de un pensamiento crítico. A mí me interesa más el compromiso social del científico que la importancia social del tema que investiga”, concluyó Kornblihtt.

Publicado en la Edición Julio 2017 de Con Información

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