Susana “La Tana” Rinaldi es una cantante y actriz de trayectoria nacional e internacional múltiplemente galardonada; profesora nacional de teatro y canto. Actualmente es la Vicepresidente 2º de la Asociación Argentina de Intérpretes y Diputada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En su visita a Radio UNDAV fue entrevistada por Mario Giorgi en su ya clásico “Pefiles en la UNDAV”, programa que se emite a lo largo y ancho del país a través de una extensa red de radios universitarias integrantes de ARUNA.

"Dale nomás", "Y vamos ya", "Montón de vida", "Tangos de la mala vida", "Recuerdos y porvenir", "Tiempos de mal vivir", "Sin estridencias" y "Hoy como ayer" son los títulos de algunos de sus espectáculos más recordados. Desde su carrera artística luchó por hacer visibles los problemas argentinos, hoy como legisladora encuentra otros canales para continuar con ese compromiso político-social. La educación, la preservación de nuestro patrimonio cultural y de nuestra identidad y también los problemas que a diario afectan al sistema de salud de la ciudad, son algunos de los ejes fundamentales de su trabajo. 

“Tuve un papá severo, como eran los europeos, que no me permitió estudiar abogacía. Si me preguntaban en aquellos años qué quería ser te decía ´abogada´. Y pobre papá, el imaginaba una química farmacéutica… aparentemente eso era lo más tranquilo a lo que podía aspirar una mujer en esa época. Eso me quedo prendado, y después ese valor agregado que me dio el teatro, cuando estudiando me di cuenta que el galardón mayor era la recuperación de la justicia. La justicia es un elemento que juega desde William Shakespeare en más, juega a favor del ser humano como pocas cosas”.

“El actor tiene la posibilidad de lanzar desde un personaje la mirada ya hacia esa sociedad que necesitaba, no solo desde la contemplación de cada uno de nosotros, sino desde el ejercicio de la posibilidad de ayudar al otro como a uno mismo. Cuando la Presidenta Cristina Fernández dice ´La Patria es el otro…´, repite algo que expresó Jorge Luis Borges hace tantísimos años. Y significa que mirarte al espejo no debe ser una situación plácida solamente, sino la posibilidad de descubrirte por un lado, pero redescubrirte nuevamente desde tu mirada del ´otro´”.

“Lo primero que aparece en mí es la cantante. Yo quería ser cantante de cámara, estudié música en el Conservatorio Nacional y tuve la suerte inmensa de encontrar en la misma casa de estudios a la Escuela de Teatro. En ese momento me olvidé del canto, ni siquiera concluí el profesorado en música, y terminé siendo Profesora Nacional de Teatro. Y ahí la vida me cambió total y absolutamente. Luego me reintegré al canto desde el lugar más excelso, desde mi necesidad, como mujer, como artista, como intérprete, de dar vuelta un poco la canción popular olvidándome del estereotipo dentro del Tango”.

“En el exilio uno, quiera o no quiera, es otra persona. Es uno y el otro. Somos dos que nos acompañamos. Aquel que queríamos ser dentro de casa y aquel que tuvimos que ser fuera. Quienes tuvimos la posibilidad de contar en el exterior lo que sucedía en Argentina durante la última dictadura militar, más allá de nuestras diferencias estábamos total y absolutamente unidos. Éramos correos permanentes en ese sentido y el primero que llevó esto adelante fue Don Atahualpa Yupanqui”.

“Atahualpa era un hombre que se permitía hablar. Mientras tocaba la guitarra contaba cosas que la gente se las ingeniaba para entender. Y en el cuento hablaba de la pena inmensa que sentía por lo que estaba pasando acá. Atahualpa era muy requerido, recuerdo cuando al ser invitado a actuar en Londres dijo que lo haría sin ningún problema, pero solo después de que devuelvan las islas Malvinas”. 

Foto de Lautaro Federico Hamra.

Nota publicada en la edición Agosto de 2015 del periódico Con Información.